Como ya es tradición, el pasado sábado se reunía la familia que forma este equipo en el hotel restaurante El Álamo para despedir una temporada más. Una reunión alegre y distendida, donde se hace repaso de lo pasado, y planes para el futuro. Pero este año era un poco distinto. De las 3 o más mesas que ocupábamos en años anteriores (una larga para corredores, otra para familia y otra pequeña para directivos) pasamos a ocupar una. Las míticas guerras de pan entre corredores (y algo que tocaba al resto ;) ) tuvieron que reducirse sensiblemente por eso de comer enfrente de Papá. La despedida de juveniles de 2º año este año fue de cadetes. La verdad es que no son buenos indicios. Pero hay algo bueno. Los rumores de que para el año próximo desaparecía todo no se confirman, ya que seguiremos con las escuelas (a las que igual entreno yo algún día en pretemporada) y se habla de que pueden apuntarse otros 2 o 3 chavales (ojalá). Y en cuanto a los cadetes, probablemente tengan que "emigrar", aunque de momento no se sabe con total seguridad.
Y ahora a hablar de lo que interesa: la cena del sábado. Pues unos 30 asistentes, todos viejos conocidos y ninguna "sorpresa". El menú algo parecido a lo de siempre, primero unas tablas de embutidos, después "cocretas"-calamares-gambas rebozás y por último lengua con patatas fritas y guarnición de verdura. Todo cojonudo. Y de postre flan de queso con caramelo quemado, que también estaba rica :) Yo la verdad es que me farté :P
Y a continuación las fotos que tanto pide la gente. A disfrutarlas.
(no me hago responsable de la calidad ni el contenido de las fotos, es cosa de mi padre)
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