"¡Buenos días familia!", que diría el gran Karlos Arguiñano con su inconfundible acento vasco. Como él, hoy os traigo una receta rica rica para que cuando tomeis la salida en una carrera la gente se dé cuenta de que estais.
Lo primero es llevar un atuendo llamativo. Ser el único con ropa blanca de un pelotón de 200 corredores, por ejemplo. Un casco de Euskaltel tampoco viene mal.
Una vez hecho esto nos guiaremos por un principio importante: siempre hay fotos de la salida. Por tanto, en primera fila seremos más visibles.
Durante la neutralizada deberemos tomar una actitud agrsiva, manteniendo una posición cabecera desde la que sea más fácil atacar.
Debemos estar muy atentos al pitido que marque el inicio real de la carrera. Cuando lo oigamos, lanzaremos nuestro ataque acompañado de un buen grito de guerra. Es importante parecer un pirado, cuanto más te acerques al nivel intelectual de Pocholo durante el momento del ataque, más y mejor te recordarán.
Una vez hecho esto, nos marcaremos un ritmo facilillo de globerete hasta que alguien llegue a nuestra rueda y nos apriete algo. Colaboraremos con él cordialmente hasta donde se pueda. La situación en la que nos encontramos ahora se llama "escapada", es nombrada en Radio Vuelta y vista por los demás corredores, sobre todo en el momento de la persecución, cuando el ritmo del pelotón aumente y la gente sufra. Este último caso requiere de entrenamientos semanales o un buen nivel de calidad innata. En el caso de una "escapada" de 12 km la repercusión es menor, pero algo queda.
Para terminar, una vez cogido por el gran grupo, toca sufrir hasta donde se pueda. Aunque seamos descalificados poco después, merece la pena sentir la satisfacción de saberse protagonista, aunque sea de mentira.
Otros métodos para no pasar desapercibido, que trataremos más extensamente en otra ocasión, son provocar una montonera, pelearse con alguien o ganar la carrera.
A continuación, las fotos que pude sacar tras ser cortado al segundo paso por meta, con unos 40 km en las piernas:
Esseeeeeeeeee!!
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