domingo, 28 de noviembre de 2010

¿Cómo se define una droga? ¿Qué la caracteriza? ¿Qué lleva de la mano inexorablemente?



Euforizante o calmante, incluso ambos a la vez. Analgésica. Potencialmente dañina. Consumidora de recursos. Adictiva.



¿No es acaso euforia lo que sentí en la fría mañana de hoy, cuando transcurrido medio circuito me vi entre los cinco primeros de la carrera de ciclocross de Las Regueras? ¿No es acaso también calma, olvido absoluto de todo lo demás, total focalización en un objetivo concreto que acarrea la desaparición al menos momentánea de todos los problemas de la vida?



¿Es acaso dolor lo que sentí cuando unos metros más adelante salí despedido de la trazada y terminé revuelto con mi bicicleta, con un completo set de herida, golpe y contusión muscular en una pierna? Sinceramente, creo que para nada.



¿No es acaso este completo set recién mencionado potencialmente dañino? ¿No lo es que avanzando un poco más comenzara el via crucis de la transmisión de mi bicicleta, que me tendría más tiempo de ahí en adelante devolviendo la cadena a su sitio y aguantando saltos y bloqueos que pedaleando a gusto, con el consiguiente desgaste psicológico absolutamente desquiciante al que fue sometida mi queridísima mente?



¿No consume acaso una cada vez mayor cantidad de recursos económicos, psicológicos, físicos, temporales, materiales y de todo lo demás la compra y el mantenimiento de material, el entrenamiento diario y la vida de deportista en general?



¿Se puede calificar acaso de alguna forma que no sea "adicción" que dentro de ocho días exactos vaya a volver a repetirse la misma historia?

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